viernes, 19 de febrero de 2016

Gastando veredas en Kyoto


Nos quedamos con que el torneo de karuta había estado recopado y el día estaba recopado y yo me recopé y salí a pasear. Para hacerlo fácil pongo muchas cosas juntas y voy a dar vagas indicaciones porque honestamente no tengo la más peregrina idea (ni la tuve en ese momento) de por dónde anduve exactamente.



Sé que seguí parte del peregrinaje de templos y santuarios que hay más atrás de Yasaka. Sé subí escaleras y crucé puentecitos y que terminé en un cementerio en la ladera de la montaña donde no se suponía que podía entrar, pero entré igual. Sé que vi a un cuervo robarse una naranja de una tumba. Sé que vi la campana de la paz más grande que pude imaginar (y resistí la tentación de saltar la valla y tañer a puñetazos). Sé terminé en una calle y seguí caminando al azar.



Me ubiqué frente al enorme portal del Templo Chion-in e Isshinin, a los cuales había recorrido hacía poco. Y de ahí seguí mis pasos hacia una calle con un canal y un puente lindo que se llama Tatsumi-kyo.



El clima seguía lindo, la luz lentamente languidecía. El aire casi casi olía a primavera y todas las fachadas de madera respiraban con la pausa de los años. La cámara colgaba, fácil y satisfecha, de mi brazo. Mis ojos absorbían la suave tinta de los cerros en la lejanía. De Miki no tenía ni noticias y la panza rugía, así que me fui a comer un pulpo, que es lo que se come en Kyoto. Y es feísimo.




Rafa Deviaje.

2 comentarios:

  1. cada vez que publicas algo es como ver el capitulo nuevo de una serie! jaja... que buen viaje! que buena experiencia! aparte de fotear, dibuja!!! no dejes de dibujar!!! :)

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    1. No dibujo porque las experiencias dibujan en mi alma..... Y porque da paja, poco tiempo, mucha paja. Gracias igual por el comentario, quedan muchos capítulos más en esta temporada jaja

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