domingo, 9 de agosto de 2015

Parque Nacional Tongariro


Amanecí en el Parque Nacional Tongariro, y me saludó una serie de cerros nevados de punta a punta. Faaa, me dije, qué copado el Tongariro... Bueno, eh ahí el primer error: lo que estaba mirando era el Mount Rapehu (el único que tiene una pista de esquí posta en la Isla Norte), y el Tongariro es un volcán cónico que se encuentra hacia el Norte... Bueno, no, segundo error: esa cúspide alta no es el Tongariro en sí, sino el Mount Ngauruhoe. El Tongariro es otro ahí peque, pegadito a este.


En fin, me acerqué al Centro de Visitantes del Department of Conservation y le pregunté a un pelado que estaba ahí qué me recomendaba y cuáles eran las condiciones para hacer el famosísimo cruce transalpino del Tongariro. Con cara de ortiva me dijo que no se podía hacer sin tener experiencia, y que había una caminatita hacia unos laguitos y me largó así nomás. El más ortiva.


Así que fui e hice esa caminatita: el bosque lindo, estándar, primero pasás por una cascada que está linda y alta (lo más curioso fue que el pozo de agua estaba todo congelado salvo por ese pequeño orificio donde perforaba el agua), después caminás al descubierto y si hay mucho sol te insolás mal, y llegás a un laguito lindo, verdoso. Ese tenía también la superficie congelada, pero apenitas. A lo lejos, como una deidad tomando el desayuno, se veía el Taranaki.



Seguís caminando y llegás a otro laguito un poco más verde y más lindo, y si tenés ganas podés seguir rumbo hacia una cabaña y etcéteras, pero no era mi objetivo. Así que volví al Centro de Visitantes y lo encaré al pelado ortiva para que me diera más cosas para hacer, onda alumnito traga. "Podés ir a las Soda Springs", me dijo, así como si le rompiera mucho las bolas, "si te apurás estás a tiempo antes de que anochezca".


Así que fui para allá, estacioné así nomás y salí casi al trote hacia las Soda Springs. Me crucé con dos pibes gringos muy chistosos que resultó que se habían pegado alto viaje con LCD y por eso eran tan chistosos, así que yo seguí adelante mi propio viajecito y llegué a las mentadas Springs, que no era más que una vertiente llena de estalactitas en medio de un valle maravilloso, pura piedra y estratos deformes de lava antiquísima, en la que podés imaginar diez mil cosas pero todas son monstruos y orcos y trolls (para el que no sabe, este Parque Nacional sirvió de set para el Monte del Destino, ¿cachai?). Entonces me crucé con unas francesas que venían de allá, de más arriba, con zapas normales, calzas y mini mochilas.



"¿Hicieron el Cruce?", les pregunté. Sí, lo habían hecho. "¿Y qué onda?". "Hay un poco de hielo, tardás alrededor de siete horas, pero se puede hacer sin equipo...". Me mordí el labio y las vi alejarse. ¿Hasta qué punto podía considerarme a mí mismo experto en montañismo? Bueno, al día siguiente, cuando intentara hacer el Cruce, lo averiguaría.




Rafa Deviaje.

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